Me cansé de buscarte. De correr atrás tuyo. De rogarte en mudas súplicas.
De rogarte de forma descarada.
Me cansé de la lucha innecesaria. De las veces en que todo lo que te amo se transforma en rabia. En odio.
No quiero odiarte, no quiero dejar de amarte de forma tan negativa.
Asumo que todavía no estoy lista para dejar de amarte.
Pero al menos quisiera que fuera de otra manera.
Me duele muchísimo. Y me di cuenta que ni escribiendo puedo encontrar las palabras justas para describirlo. Es literalmente como si se me hubiera escapado un pedazo de alma y me hubiera quedado un agujero vacío. Es tragarse otra vez todas las decepciones de una misma, de volver a intentar y que no funcione. Es pensar una vez más que el destino de mi vida es estar sola.
No lastimar a nadie, y no dejar que me lastimen.
Es tragarse todo lo que una siente, todo lo que dijo. Y ser increíblemente consiente que no te arrepentís de nada. Pero igual duele. Es tragarse todo lo dicho por los demás. Y comerse cada una de las dudas que surgen en este tipo de situación.
Porque no sabés que es peor. Quedarse con las dudas que surgen o averiguar sus respuestas.
Quiero, realmente, arrancarme el corazón y pisarlo hasta que no quede nada.
Estoy segura que eso sería menos doloroso.
~*
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