martes, 13 de octubre de 2015

Desazón

'Recuerdas cuándo fue la última noche que has pasado sin llorar? '

Ese pensamiento giraba en su cabeza noche tras noche. Y claro que no, claro que ya no recordaba. Cuándo había sido la última vez que había leído una novela romántica sin la necesidad de ahogarse en su propio llanto?
Lo peor era no saber qué podía desencadenar esas pequeñas y dolorosas crisis. Era algo tan absurdo como aleatorio, y lo más molesto era que eran totalmente imposibles de ignorar. Aplazar? Tal vez. Olvidar? Nunca.

'Recuerdas qué has hecho durante el día?'

No podía recordarlo ni aunque su vida dependiese de ello. Recordaba las noches, recordaba que en algún momento había sucumbido al sueño y al cansancio, pero tal así como recordaba haberse levantado, el resto del día le transcurría como un borrón. No podía enfocarse en nada.
Había visto el sol? Había comido?

'Recuerdas acaso que has estado pensando?'

Ah, si. Eso sí podía recordarlo con claridad. Podía recordar sus pensamientos, sus deseos, sus sueños.
Recordaba el pasado. Inventaba un presente, Imaginaba un futuro.

'Pero puedes siquiera discernir la realidad de tus fantasías?'

Claro que sí. Lógicamente podía hacerlo. Pero cuántas veces recordaba algo y estaba minutos y minutos tratando de discernir si era un sueño o si realmente había pasado?
Entonces callaba, no sabiendo si realmente era real. Fantasía. O ambas.


Pero la verdadera pregunta era: Por qué no podía callar a su mente como había callado a su corazón?

Para eso no tenía ninguna respuesta.








~*

miércoles, 7 de octubre de 2015

Dos años

Por supuesto que no me perdono. Ni hoy, ni nunca. Ni en mil años más.





~*

Porque nunca te olvido, porque siempre te amo.