miércoles, 31 de julio de 2013

Música

Esta es una reflexión mía personal. Nada de mis delirios de escritora. Pero...que sería de nosotros sin la música? Se han puesto a pensarlo alguna vez?
Yo creo que seríamos básicamente nada.
En este momento escucho música mientras escribo. y si no lo hubiera hecho, probablemente no hubiese escrito.
Es la fiel descripción de un estado, de un momento. Hay música que te acompaña en lo que sentís. La hay de la que te deprime por más contento. Y está esa, la que por más triste que sea (o no) te la sube como nada.
Están esos músicos (si, porque los músicos son importantes) que te acompañaron desde el inicio del camino. Esas canciones que cantas desde tiempos inmemorables y las que incluso no sabes desde cuando te sabes la letra, pero ahí esta. Entera. De pe a pa.
Esas bandas que te acompañan desde un punto crucial, y no se van nunca. Y las que están un tiempo y luego...no se olvidan (porque la música NUNCA se olvida) pero se van.
Y están esas que...PUM! No lo esperabas pero aparecieron en tu vida. Y una no sabe si vienen para quedarse, o si en algún momento se va a ir. Pero te aferrás a esa música y no querés soltarla.
Quién me iba a decir a mi alguna vez que me iba a inspirar la música Koreana? "Koreano? Yo? No, gracias, no entiendo..."
Y acá estoy, escuchando BIGBANG desde todo el día, escribiendo gracias a eso...todo el día. Y como diría un amigo...son todos chinos!! Bueno, son Coreanos en este caso. Y  a falta de uno, cinco.
Y después...si no hubiera música...que haríamos sin cantar? Que sería de la música sin cantar?
Cantar es parte de cada uno, de la vida, de expresar eso que nos pasa. Porque todos cantamos, más o menos, bien o mal. En público o no. Pero no podemos no cantar. Como sobrellevar la vida sin cantar?
Cuando estoy triste...canto. Cuando me siento sola, canto. Es más, esas son de esas canciones que creo que se desde el vientre materno. Y esas no se van a ir! No! Y cuando estoy feliz? Canto. Y cuando amo? Le canto ;)
Y cuando extraño a alguien...si, canto.
Yo creo que el mundo se desharía de la música por ello, para no oírme cantar.
Pero entonces...si no existiera...si no estuviese ahí para nosotros...que haríamos en la ducha? Relatarnos mentalmente las tareas del día?
La música es lo primero que nos invita a soñar. Es esa...cosita hermosa que nos ayuda a entender como expresarnos. Es esa amiga fiel que te acompaña, día a día, segundo a segundo. Porque...quién puede decir que la música no entiende? Cómo es que sabe justo lo que necesitamos?
Nos sube, nos baja, nos duerme y nos despierta. Es como la calesita de la vida, pero con más onda. Porque puede no gustarte justo eso que terminas escuchando...pero no desearías jamás que la música deje de existir, jamás.


Hika ♥ (poniéndose al día, como corresponde)

martes, 30 de julio de 2013

Detenida

*Todo había pasado ya. Hacía tanto que había pasado. Terminado. Terminado, si. Todo cambió. Y lo sabe. Conoce cada uno de los cambios, sabe de memoria cada detalle. Sabe, si. Sabe. Pero ella, una parte, no toda. Una parte sigue allí. Clavada en ese tiempo. En ese pasado. Clavada como manecillas de reloj roto. Porque algo estaba roto. Algo se había roto. La otra no, la otra vive. Ella también vive pero no es vida. La otra tiene una vida. Forzada. Incómoda. Dura. Pero suya. Eligió su vida, eligió vivir. Pero es conciente. Muy conciente de que ella, de que ella está allí. En esa vida. La otra. La que no fue y no será. La que desea. Desesperadamente la desea. Ella no, la otra. La que quedó allí. Colgada en el tiempo. En el recuerdo. La que se devana los sesos pensando el por qué. Ella y ella conviven. Las dos. Juntas. Las dos en su cabeza. Pero ella, la que vive, no importa. Al menos no ahora. Ahora pienso en ella.
Es la que se sabe perdida en épocas recónditas. Esa ella me importa. Me preocupa. La envidio. La compadezco. No puede olvidar. No va a dejarlo ir. No. Ella recorre esas calles desiertas, desiertas de tiempo. Ella se ve y lo ve. Como una película vieja, una y otra, y otra vez.
Ella no olvida, nunca olvida. No va a olvidar. Está parada en un tiempo lejano, que existió. Fue real. Dolorosamente real. Pero ya no existe. No. Solo existe para ella.
Intento consolarla, llora, llora todo el tiempo. Pero nada la consuela. Mis brazos no la consuelan, no la abrigan. Esta rota. Como una muñequita. Rota y dividida. Su corazoncito está roto, sin arreglo. La otra, ella, sana. No del todo pero sana. Mitiga su dolor, cicatriza las heridas. Duelen, si, pero sanará. Sigue adelante. Sabe que tiene que seguir y sabe que puede.

Pero ella no. Ella está allí. Sigue y seguirá allí quien sabe cuánto. Allí. Sola. Con los recuerdos, sola. Dónde todo está detenido, dónde el tiempo ya no corre. Y ella quiere correr, pero no sabe. No puede hacerlo. Cómo el tiempo. Después de todo, quedó como el tiempo. Detenida.*


Hika ♥ (twisted)

lunes, 29 de julio de 2013

Sixx

No le encuentro solución, no se que decir. Se que no soy la mejor persona, pero siempre busqué lo mejor para ti...quisiera tener menos defectos, pero los más peligrosos y graves son los más adheridos a mi ser y con ellos poco puedo hacer aunque quiera. Sólo puedo mostrarte mi punto de vista, y no es por egoísmo, pero es lo que veo. Es tan feo sentirse sola. Me siento como una pieza intercambiable de tu puzzle. No puede faltar ninguna, pero si estoy o no yo, es lo mismo. Todo es más importante que yo.
Estos días de hormonas locas, me sentí tan mal. Tan mal por no darte lo que siento que necesitabas, por no darte más. Por querer cosas y después no hacerlas. Por estar encima tuyo cada segundo y de pronto aislarme. Me sentí mal contigo, por mi misma. Y si, también te entiendo (siempre te entiendo) y estuve encima tuyo para saber como estabas porque no estabas bien. Y yo también te necesito un poco encima porque yo no estoy bien.
Y nada.
Nada.
Desde un principio te dije, esto no va a ser fácil. Yo no soy fácil. Soy dependiente, tonta, hipersensible, llorona. Cabrona como pocas. Pero te puedo jurar que te amo más allá de todo eso. Si te di mi corazón, es porque esto que siento es sincero.
Ahora no se, no se como solucionar esto. Porque yo no le veo solución. Si a algo no le puedo encontrar solución es lo que duele. Y por lo que se me conoces algo, no se si bastante pero algo, y sabes que huyo del dolor como las ratas del agua. Básicamente como las ratas. Por pura cobardía.
Y si, soy egoísta. Y si, no se hablar. Y si, puedo ser la peor de las personas. Y si, no se que hacer muchas veces.
Y me duele algo y lastimo. Y pedir disculpas me cuesta un triunfo. Pero digas lo que digas, no cambia el como se siente. El saber que no soy siquiera una opción. Porque eso me demuestra. Nada se mueve, excepto yo. Tal vez, reconozco, sea egoísta. Sea mi necesidad. Algo que te repetí una vez detrás de otra. Pero todo, menos yo.
Exagerada. Puede ser.
Y ahora estoy acá, sabiendo que te lastimé. Pero por Dios, que yo estoy rotísima. Duele, claro que duele. Necesitar a alguien y sentir indiferencia.
No se si esto tenga sentido. No se si lo leas. No creo que algo cambie. Pero necesito decírtelo. Y como no se hablar, esta es mi manera.

Cyn (te extraño Chris, y ya no se cuantas veces te lo dije)

Esperanza

No había nada. No quedaba nada. Todo estaba vacío, sin vida. Mirar dentro suyo era como observar un campo yermo. La tierra muerta,  los arroyos secos. Era ver un cielo sin colores, una noche sin estrellas, el día sin el sol. Su alma era una tarde de verano sin brisa, era un crudo invierno sin el amparo del día. Era una noche cruenta sin el reparo de esperar el amanecer. No había nadie. Sólo recuerdos quedaban. Fantasmas. Su corazón era un cementerio, lleno de sombras, noches insomnes y fantasmas. Las memorias buenas se habían ido. Como todos. Como todo lo demás. Ya no había ni dolor. Ni tristeza. Ni amor. Nada.
Era un recipiente vacío. Un cuerpo con vida, sin vida.
Era unos ojos sin brillo, una sonrisa por escudo.
Era.
Caminaba por instinto, reía por instinto. Vivía porque su cuerpo inerte lo hacía.
Y día a día, ese prado que al principio había luchado por sostener, estaba cada día más en ruinas. Ya no había por que luchar, si todo estaba perdido. Hasta las pocas fuerzas le habían abandonado.
Y se dejaba ser, y se dejaba estar. Se miraba al espejo, pero no se veía. Nada.
Enajenada en su nada absoluta, caminaba entre otros seres sin ver. Ni adentro suyo, ni en el mundo que la rodeaba, había algo. Nada que cambiara su inexplicable y estéril vida.
Y mientras su cuerpo, con su sangre aún caliente, y corriendo por sus muertas venas, seguía comunicándose con el mundo, ella estaba allí. En su nada misma. Sola. Mirando sin ver, oyendo sin oír, hablando sin hablar. Y pensaba. Pensaba en ella, en su vida, en su no vida. Nada la sacaba de su falta de asombro, de su sinsabor. Para ella ya nada quedaba por encontrar, ya nada había que buscar. Ya nada había. Que podría encontrar afuera si...si probar ya había probado? Si buscar ya lo había hecho? Todo, todo, era insulso.
Entonces, cuando ya no quedaba nada y mientras miraba sin ver, vio algo. Un pequeño destello, muy rápido, muy corto. Pero ahí estaba.
Sus ojos, veloces, pero por tanto tiempo dormidos, se fijaron en esa pequeña luz. Y no lo podía creer. Se acercó despacio, curiosa. Y con todo el miedo que hacía mucho no sentía, tomó coraje que no solía necesitar y aparentando la más fría de sus apariencias; siendo ese ser inerte que solía; abrió sus labios y no lo hizo sólo por hablar.
Sólo que nadie más que ella lo supo. Sólo que nadie más que ella y su pequeña luz lo supieron.
Mientras que por su prado corrió como sus inexistentes piernas no recordaban haberlo hecho y allí lo vio...y lloró, de alegría. De asombro. De todo eso que no sentía. Algo había cambiado. Algo había.
Todavía era tan débil, pero estaba ahí. ESTABA AHÍ.
No podía creerlo pero así era.
En el centro de su absoluto vacío, un diminuto rayo de luz había penetrado. Y bajo su tibio calor, y con todo el esfuerzo que debía suponerle estar allí, simplemente estar...la vio.
Como un nuevo brote, como si apenas la semilla hubiese eclosionado; apenas un tallito verde y una hojita diminuta; había nacido.
Y como tantas cosas que había creído muertas, inexistentes...la esperanza se había abierto paso.


Hika ♥  (cansada de no escribir)

La otra parte

*Lo sé cariño, lo sé. Calla, no llores. Estoy aquí, a tu lado. Nunca me alejaré. Nunca. Vivo por y para ti. Calla, pequeña. Calla. No sé que hacer para calmarlo. Ojalá supiera corazón, ojalá supiera. Pero no puedo, y quiero! Sabes cuanto quiero hacerlo! Salvarte de mí, alejarte de todo esto, de esta tortura! Pero no puedo. Tampoco te quieres ir… que hago yo con eso? No puedo luchar contra eso si yo tampoco quiero dejarte. No amiga mía, no mi hermana. Somos una misma persona y no puedo dejarte. No querés irte. No puedo quitarte. Cómo te saco de mí? Cómo me salgo de ti? Cómo? Calla mi princesa, calla. No grites. De que nos sirve gritar? No corazón, no. Eres mi perdición y yo la tuya. Pero de esto, mi reina, de esto. De esto saldremos juntas.*


Hika ♥ (sin nada por decir)

domingo, 28 de julio de 2013

Labios

*Dulces y gráciles. Muy dulces. Insoportablemente dulces. Dulce que duele y empalaga. Se mueven con una gracia infinita mientras hieren. Dulce, dulce hiel. Serán tan dulces porque hieren? O hieren por lo dulces? Sabrosos. Es inexplicable el deseo de poseerlos, una vez más. Robárselos. Son suyos. Son tuyos. Yo los quiero míos.
Tan llenos, tan firmes. Dulces. Hermosos e imperfectos. Destilan veneno, y es una dulce agonía. Una droga. Más fuerte que cualquier droga. Matarías y morirías por tenerla. Adicta. Soy adicta a tu veneno. No. No es tu veneno. Es su veneno el que destilan. Suyo propio. Tienen vida propia. Están separados de tu cuerpo.
Domarlos. Eso quiero. Son salvajes y fieros. Yo quiero domarlos. Míos. Sólo míos. Domesticarlos. Que hermoso. Pero no mansos, no. Yo los quiero fieros, hirientes. No es masoquismo, cariño. No, no lo es. Pero así los quiero. Así. Fieles a si mismos. A su esencia. A ellos. Así los recuerdo. Dulces, hirientes. Agudos, afilados.

Ni tuyos. Ni suyos. Ni míos. Ellos. Vivos. A mí. Los quiero. Para mí. Libres, duros, amargos en su dulce. Mágicos. Fríos y calientes. Móviles.*


Hika ♥ (si, te estoy pensando mi caballero...y hoy que serás? Amado, hijo, hombre, vampiro?)

Un-fixed

Sube, baja. Salta. Corre. Ríe. A carcajadas limpias. Se tira al suelo rodando, ahogada en risas. Llora. Si, llora. Mucho. Ah, las inconstancias de la vida. Extraña. Y es inexplicable. Si está ahí, tan cerca. Pero no. No está. Es fácil decirle no a quien siempre entiende. Porque claro, entiende. Y después? No hay un lugar para ella después? Todo sigue adelante, conforme a un plan...y ella? Dónde quedó ella? No importa, porque entiende.
Y si algo de ella no entiende?
Y vuelve a correr, y vuelve a reír. Pero algo no encaja. Algo falta.
Faltas vos.


Hika ♥ (perdoname Sixx, cielo, pero te extraño)

Por las noches la soledad desespera

Hace mucho tiempo que no escribo. Probablemente sea un exceso de felicidad. Nada de esos amores trágicos en los que le escribís al amado pero no sos correspondida o ese ser amado no se ha enterado de ese dulce suceso del nacimiento del amor. Amor si, pero el más real, el crudo, el humano, ese en el que arriesgás todo, si, pero de a poco. Dos seres que invierten tiempo de su vida para conocerse, para entenderse, e intentar armar una vida juntos. Y que sola, sola solita sola, esa atracción inicial se transforme en amor. Así que mis manos, oxidadas de tan poco escribir, no saben muy bien que están haciendo. Pero necesitan escribir. Hay algo adentro mío que no encuentra desahogo. Es un exceso de vaya uno a saber que, con un poco de no entender nada. Pero es la insoportable calesita de las hormonas lo que me tiene así. Feliz, con una noche absolutamente distrayente y llena de carcajadas. Y con esta tarde gris, casi negra...en dónde la decepción autoinducida y una fuerte sensación a soledad son los únicos compañeros. Y me voy, extrañándote, con esas ganas de verte, y con ese sentimiento de que todo el mundo te tiene a su alcance, menos yo. Hika (te amo Sixx, pero necesito verte)