sábado, 7 de junio de 2014

Esos extraños momentos de soledad...

Está sola, mirando a la nada...
El frío cala hondo en sus huesos...se siente temblar...pero nada de eso importa.
Ya no hay lágrimas...pero eso no le impide llorar.
El humo del cigarrillo entra profundo en su sistema, pero ya no lo siente.
No siente nada.
Y lo peor de todo es imaginárselo ahí...abrazándola por la espalda...como antes. Como siempre.
Y que ese tacto sea tan real que duele.
Porque le es imposible estar sola, tenerlo lejos, cuando su mente recuerda claramente la sensación de su tacto.
De su perfume.
Porque era su todo. Y al irse la dejó vacía. Sin nada.




~*

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