lunes, 5 de agosto de 2013

El Ángel

*Nada es real, me dice. Nada es real. No puede vivir. No puede morir, no es nada. No siente. Y sufre. Llora. Patea. Odia. Ama. Protege. Si, protege. Plumas, muchas plumas. Y no son plumas, no. No se que son. Pero veo las plumas. Que blanco incandescente. Que locura. Me río. Locura digo. Ja ja ja.  Locura. Mi hermana, mi amiga. Se la presento. Y la conoce. Nunca la vio, y la conoce. La acaricia. Se que la quiere. Que la anhela. No la puede tener. No puede poseer nada. Y la desea. La beso en frente suyo y muere por robármela de las manos. Pero no puede. No puede morir, no puede robar. Es perfecto. Es imperfecto en su perfección. Me hace ver el arco iris en sus plumas que no son pluma. Y me acaricia. Me toca con esas manos que no pueden tocarme. Pero lo siento. Y se que me siente. Me envuelve con sus alas perfectas en un abrazo de paz. Canta y me cura. Que voz hermosa. Que voz. Me cura de cosas que no tienen cura. De eso que no se va a ir. Me calma. Pero si se va vuelve, y no puede irse. No quiero que se vaya. Sonríe con sus ojos ausentes y me compadece. Me compadece, lo veo. Y me río de él. Loca, si, muy loca. Pero siento, le digo, pero amo, le digo. Puedo. Soy libre. Acá, y le señalo mi pecho, acá soy libre. Y vos sos preso. Mi preso. No sentís, y sentís todo. Pero nada es tuyo. Yo tengo, yo poseo. Me río. Quiere irse. No puede. Es mío. Una lágrima inexistente le surca una mejilla. Se la limpio con mi alma. Mi alma, loca y libre. Suya.* 

Hika ♥ (la vida es tan desquiciante?)

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