miércoles, 20 de octubre de 2010

Buscar

Dónde estás? Dónde? Dónde? Te busco entre mis recuerdos, pero te escapas, te escurres y yo no puedo retenerte. Te escapas, pero no puedes irte. No tienes una vía de escape, no. Te tengo encerrado dentro mío. Eres parte de mí misma. Y aunque quieras irte no puedes, no puedes salir de mí.
Déjame pensarte, déjame soñarte. Necesito sentirte aunque estés lejos, muy lejos, quién sabe en donde. Tu cuerpo físico no aparece, pero yo te llevo conmigo, a todas partes, aquí, hora, siempre. Siempre. Y aún así te espero, como un milagro. Mi milagro personal. Y aún así no apareces, y yo lo deseo tanto. Ay cariño mío, por qué no puedo tenerte? Tu ya sabes que no intentaré nada para lograrlo, entonces, por qué lo deseo tanto? Tenerte mío, saberte mío. Y que sigas siendo libre. Sólo deseo que hagas las cosas a tu antojo pero moriría porque entre tus antojos yo esté presente.
Es que te extraño tanto mi cielo, que ahoga; y doy mi vida por que me extrañes un poco de lo que yo te extraño. No puedo creer que esta agonía, que estos sentimientos confusos, sean unidireccionales. La razón me contradice, me dice que sí, que sólo yo te extraño, que sólo yo te quiero, sólo yo te necesito. Mi cabeza sabe que es cierto. Yo sé que es cierto. Pero mi corazón no quiere aceptarlo, y yo no puedo dominar a mi corazón. Él hace a su voluntad, y tú eres su voluntad.
Porque él late por cada respiración tuya, porque él me guía según tus actos. Porque él dejaría de latir si fuese tu voluntad. Y yo no puedo dejar de seguir a mi corazón. Mi cabeza se nubla y yo no sé dónde quedo. Soy sólo un cuerpo y un corazón que solo viven por ti.
Es absolutamente absurdo que te siga esperando, no vas a aparecer mágicamente. Pero yo te espero, siempre espero. Y quién sabe cuánto podría esperarte? Podrían ser horas, días, años. Yo apuesto a que podría esperarte toda la vida. Aunque tu cuerpo se aleje del mío, aunque pasen los años y a otro pertenezca, siempre te voy a esperar porque siempre voy a ser tuya. Una palabra tuya será suficiente para tenerme en tus manos, como quieras, siempre. Aunque me uses y me lastimes, yo voy estar ahí, en silencio.
Porque te amo, y es el amor más puro y fuerte que jamás conocí. Nunca dudé de mi capacidad de amar, pero jamás supe que sería capaz de amar tanto a quién sólo ve un cuerpo y no a la persona. No, no me ves. El día en que ames serás el amante más dulce y protector que cualquiera podría soñar, pero no a mí. Yo soy y seré sólo un pasatiempo, aunque me respetes y me trates con suavidad. Así eres. Como yo no puedo dejar de ser yo. Pero no me ves a mí, no sientes mi amor. Si lo haces que bien lo ocultas mi cielo. No te preocupes, no me importa, yo simplemente te espero. Como el primer día.


Hika ♥

(sin comentarios...los recuerdos duelen)

No hay comentarios:

Publicar un comentario